Nuestro Dios quiere vernos en plenitud, a tope, , en continuo desarrollo, desplegando todas nuestras cualidades, pues el la forma más cotidiana de mejorar el mundo que nos rodea, nuestras relaciones, y aportar al bien común.
Es clave no dejarnos atrapar por el miedo y dejarnos paralizar, por expectativas propias y ajenas, por el que dirán, por ... ¡Tantas cosas!, que nos secuestran nuestras iniciativas, los gestos necesarios, las palabras oportunas,... Esos abrazos gratis a la vida que humanizan las relaciones y nos acercan a quienes nos necesitan.
Estamos llamados no solo a brillar, sino hacer brillar a otros. A rescatar, con todo nuestro potencial, a quienes están en el olvido, a quienes se sienten perdidos, y necesitan reencontrarse con lo mejor que llevan dentro y no lo saben. No hay mejor tarea, más noble, más humanizadora, más de Jesús.
Dedicado a todos nuestros alumnos, que buscan, que desean más, que sufren en silencio. ¡Estamos llamados a brillar! ¡Gracias! (Mt 25,14-30)
Dedicado a todos nuestros alumnos, que buscan, que desean más, que sufren en silencio. ¡Estamos llamados a brillar! ¡Gracias! (Mt 25,14-30)
No hay comentarios:
Publicar un comentario