sábado, 3 de octubre de 2015

DOS, EN UNO

Tan acostumbrados a autoafirmarnos, a marcar la diferencia, a distinguirse, a tomar mis propias decisiones, a ser "amo y señor" de mi vida... Que se nos olvida que también se puede hacer camino de otra manera. También se puede avanzar con la diferencia, con la duda, el fracaso, las heridas, incluso, con algún que otro miedo ... También se puede construir un proyecto de pareja desde la diferencia, sin necesidad de tener siempre razón, pues solo el amor es lo puede dar sentido a ese proyecto compartido. Es entonces, cuando los fallos se perdonan, cuando las relaciones se autentifican, cuando la mirada del otro nos dice algo, cuando aprendemos a dejar espacio a los demás, y empezamos hacer realidad esa sintonía de "dos en uno".
  • Dos en uno, en la divergencia, sin tener que pensar necesariamente igual.
  • Dos en uno, sin tener respuesta para todo, recordándonos la propia fragilidad de nuestro proyecto.
  • Dos en uno, en la duda, que nos impulsa a buscar juntos.
  • Dos en uno en ese compromiso compartido de hacer un mundo más fácil a quienes están cerca de nosotros.
  • Dos en uno, en nuestras heridas de cada día, donde aprendemos el cuidado mutuo, de la delicadeza, y la paciencia, extraña compañera de camino.
  • Dos en uno, cuando en la unión más intima y sincera, nos abre a la vida, a un tercero...
Esto solo es posible, desde el amor, que nos abre al mundo, que despierta en nosotros lo mejor de cada uno, que nos impulsa a la gratuidad, que nos enseña a renunciar a nuestros propios intereses en favor del otro, y nos impulsa a servir, aportar, ... Este "dos en uno", nos despierta el agradecimiento de todo lo recibido en la vida, y no hicimos nada para merecerlo. 
Una semana para cultivar la unidad, que solo es posible en el amor sincero y auténtico. ¡Feliz Semana!  (Mc 10, 2-10)

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