domingo, 2 de octubre de 2016

FUERTES EN LA DEBILIDAD...

¿Qué nos hace más fuertes?¿El esfuerzo?¿El éxito?¿La constancia?¿La preparación? ... Cuando somos conscientes de nuestras limitaciones, errores y contradicciones, nos damos la oportunidad de descubrir que nunca estamos solos, Dios nunca nos da la espalda. 
La fe es ese acto de confianza que nos ayuda a experimentar la fortaleza de un Dios que siempre está a nuestro lado. Puedo no verlo, pero experimento que rema a mi lado, como es fuerza interior que nos empuja y anima a afrontar nuestras dificultades.
La fe nos impulsa a la búsqueda, a ir más allá, a superar todo conformismo, que nos encierre en nuestra mediocridad. El amor de Dios es esférico, nos quiere por todas partes, en lo bueno y en lo malo. Su confianza en cada uno de nosotros despierta ese empuje que necesitamos para hacer posible aquello que antes veíamos imposible. 
La fe siempre es cosa de dos, de quienes confían y de aquellos en quienes confiamos. Es el amor gratuito e incondicional de Jesús de Nazaret el que nos sostiene en la debilidad y nos salva de toda tentación de prepotencia y dominación. 
¿Quiénes son fuertes en la debilidad?
Quienes son capaces de permanecer, estar en la dificultad. Quienes están dispuestos a acompañar y dejarse acompañar en la noche. Quienes saben esperar, pues saben que el amor tiene la última palabra. Quienes se ofrecen sin pedir nada a cambio. Quienes perdonan sin medida, pues con ellos ya dejaron de contar...
La fe nos hace fuertes en la debilidad, nos impulsa a otra visión de la vida y de las personas más completa, más profunda. Nos ayuda a descubrir esa alegría secreta en la noche. Un abrazo y feliz semana.

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