No es pedir mucho, no es una imposición, ni una exigencia, ni siquiera un requisito... solo es un deseo profundo, una noble aspiración, de quien ama sin condiciones, de quien no espera nada a cambio, de quien solo quiere formar parte de tu historia cotidiana, sin agobios, pero con intensidad...
Este es el deseo de Dios, que le hagamos hueco, como a quien realmente le importa lo tenemos entremanos, nuestras preocupaciones, dificultades, miedos o alegrías... Que le hagamos hueco como quien sabe que tiene algo que aportar, algo que susurrar al oído, porque nuestro Dios no le gusta hacer ruido ni hacerse notar, ...
Sí, formamos parte de su deseo más profundo, como quien reconoce que necesita del otro para ser del todo uno mismo, ¡así nos desea!. No renuncia de ninguno ... cada uno, a sus ojos, somos perfectos a su amor... no hay hijo malo, amigo extraño, ni hermano menor... solo desea que le hagas hueco...
¿Nuestra tarea?... hacer hueco, abrir espacios, ensanchar nuestra vida, sacudirnos nuestros miedos, entreabrir la puerta, ... y asomarnos a la vida que se nos regala. Gracias a los jóvenes del Proyecto Encuentro.... pues esa es nuestra no menos noble tarea, hacer hueco ... y dejar que nuestra vida sea habitada por un Dios, que nos ama hasta la locura... ¡Dejémonos sorprender!
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