No es fácil poner nombre a nuestros deseos , y mucho menos que los compartamos, reconociendo públicamente con ello, lo que nos empuja o dinamiza nuestras acciones. Tener más dinero, o poder , prestigio, ... son esas dinámicas que tiran de nosotros pero, no tenemos el desparpajo de los Zebedeos (Mc.10, 35-45) capaces de soltarlo tan descaradamente. Hoy somos más sutiles... Y somos capaces de "enmascarar" esos deseos bajo apariencia de bien, como "de responsabilidad", " de esfuerzo", o "de compromiso" ... ¡A saber de qué! Con el único fin de lograr lo que deseamos con el menor coste posible y con la menor intromisión ajena.
Hoy Jesús nos recuerda que nuestras relaciones, nuestras aspiraciones pueden ser distintas. Podemos apostar por estilos alternativos donde el servicio y la disponibilidad son claves para hacer posible relaciones más justas y humanas.
En esta noche quiero aprovechar a recordar a quienes, todavía hoy, buscan con esfuerzo y compromiso, esos estilos alternativos que hacen presente ese estilo de Jesús. Agradecer a los nueve jóvenes del Proyecto Encuentro, por esa búsqueda conjunta y honesta... ¡Gracias!, por ese deseo de rastrear a Dios en vuestras vidas, dispuestos a desenmascarar en vuestras vidas, todo aquello que puede ocultar esa luz que debe brillar en cada uno de vosotros.
Todo un regalo el compartir y acompañar el encuentro. Una invitación a desempolvar nuestros deseos y ponerles nombre, con el fin de ponerlos en sintonía con la vida, con la vida cargada de sentido y humanidad.¡Gracias!
