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jueves, 9 de julio de 2015

MÁS ALLÁ DE LOS CÁLCULOS...

Tanto análisis, cálculos, negociaciones, previsiones, y "escenarios" posibles resultan agotadores. Me pregunto, ¿qué hace tan difícil encontrar una solución?. ¿Los intereses?¿Los miedos? ¿El poder?¿Las manipulaciones?... Todo esto lo superamos con la gratuidad de quienes solo buscan el bien común.
Hoy, como ayer y mañana, estamos invitados, urgidos a "dar vida". Con nuestra manera de estar, de relacionarnos, de trabajar día a día, estamos llamados a aliviar heridas, reducir distancias, ofrecer nuevas oportunidades, a eliminar prejuicios, denunciar injusticias, y regalar esa escucha atenta, que haga descubrir al otro, que su vida me importa.
Nos sé si los números llegarán alguna vez a cuadrar, pero lo que no podemos perder en nuestro horizonte, es que la persona es lo primero. Si esto fuera así, nuestras decisiones debieran ir en esa dirección, nuestros gestos acompañar nuestras opciones. Y entonces, damos oportunidad a que aparezca lo nuevo, lo distinto, lo inesperado.
Sé de un incansable, que optó así por las personas, apostando por hacer el bien por donde pasaba. Pero también sé, que cuando te pones de parte de los más débiles, empiezan rápido las presiones, las acusaciones, las interpretaciones, los rumores, las manipulaciones, amenazando seriamente una forma alternativa de hacer las cosas. 
Así pues, si queremos las cosas distintas, si creemos que es posible otro tipo de relaciones, si tenemos claro que las personas son lo primero, hemos de jugárnosla. Hemos de estar dispuestos a dar la cara, renunciar a nuestras múltiples comodidades, incluso, a ser rechazados  y tildados de "boliviarianos inconscientes", con el único fin de apostar por quienes más necesitan nuestro apoyo. Pues más allá de los cálculos, quedan las personas, a las que no podemos dejarlas solas. 

miércoles, 20 de febrero de 2013

¿ABRAZOS PERDIDOS?

Hay ocasiones, anoche fue una de ellas, donde hay palabras que se convierten  en una regalo inesperado... "Echo de menos esos abrazos que dabas, que me hacían sentirme tan bien"... Entre agradecido y emocionado (porque no reconocerlo), me ha hecho pensar en la importancia de los gestos oportunos y de recordarlos a tiempo.
¿Los abrazos se pierden?... Gracias a mi amigo, me atrevería a decir que no. Hay gestos, personas, que dejan huella y que se pueden recordar con ilusión y despertar en nosotros dinámicas positivas y motivadoras, ¡ganas de vivir!, de tirar para delante.
La conversación con mi amigo anoche me anima a no perder oportunidades, a no ahorrarme esfuerzos, ni tiempos, ni gestos. Uno nunca sabe el peso o la importancia que el otro da a lo que haces... Pero si sabemos el sentido y cariño con el que nosotros podemos hacer las tareas de cada día.
Me fui más animado a la cama, pensando que las cosas sencillas son capaces de serenar, consolar o animar a quien no tiene un horizonte claro. Quisiera animarme y animaros a renovar cada día ese empeño por ofrecer ese gesto y palabra oportuna a quien más la necesita a vuestro lado. Seamos atrevidos, no escatimemos, siempre hay quien nos recuerde que mereció la pena. ¡Gracias!