Mostrando entradas con la etiqueta ENCUENTRO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ENCUENTRO. Mostrar todas las entradas

martes, 22 de agosto de 2017

¡LA BONDAD ASOMA!

Cuando menos lo esperas, cuando todo apunta a que no es posible, cuando el corazón se encoge con lo que uno escucha, cuando uno aguanta las ganas de llorar con lo compartido por ese joven que sufre harto en silencio... Es entonces cuando te sorprende y asoman esas semillas de bondad en esas vidas compartidas, que me da una lección de paciencia, de resiliencia y de gratuidad,... En esa lucha por salir adelante, por sobrevivir hay quienes casi sin darse cuenta ofrecen una semillas de auténtica bondad: gestos, actitudes, acciones, que evidencian lo hermoso y bello que llevan dentro cada uno de esos jóvenes.
Me emocionan y despiertan en mi la confianza en la propia fragilidad de la vida. Uno descubre como Dios nos acompaña en la noche y nos hace fuertes en la debilidad. 
Acompañar, hacer camino con tantos jóvenes, acoger tantas vidas compartidas, me hace descubrirme pequeño, vulnerable con ellos, y a la vez, me sorprendo aprendiendo de búsquedas, de deseos profundos, de las ganas de vivir con sentido, y no solo sobrevivir.
Con razón Juan María de la Mennais, hablaba a los hermanos de la Escuela como Templo... En cada niño y joven, Dios se nos regala. Cuando finaliza cada encuentro personal con un joven, se reaviva en mi esa "zarza ardiente" misteriosa que no se apaga, y despierta en mi el deseo de renovar mi compromiso de hacerme hermanos de cada joven que más lo necesita, y menos lo espera.
Sus luchas, sus búsquedas, sus errores y fragilidades, despiertan en mi un profundo respeto, y me ayuda a descubrir esas semillas de bondad que llevan dentro. Por cada unos de estos jóvenes, por los que están por llegar... ¡Gracias!
Sigamos tejiendo lazos, y generemos una cultura del encuentro, que nos permita descubrirnos acompañados y profundamente amados, tal y como somos. 

miércoles, 8 de marzo de 2017

#POR UNA CULTURA DEL ENCUENTRO


Puede parecer que no, pero hay otra forma de hacer las cosas, de situarnos, y de establecer nuestras relaciones. Hay quienes han decidido hacerlo desde la confrontación y el enfrentamiento. Hay quienes se sienten a gusto con el "y tú más". Hay quienes hace tiempo decidieron cobijarse, por miedo, en el resentimiento y en el odio a lo diferente, incluso aunque sepan que les destruye por dentro como la carcoma. Y también, quienes creen que la queja constante sirve para algo; cuando para lo único que sirve es para hacer la herida más grande.
Es cuestión de actitud. Cada uno decide desde donde situarse y vivir sus relaciones. Es tiempo de decir otra palabra, de ayudar a entender que no todo es igual, y no todo construye. Tiempo de reivindicar una cultura del encuentro que aporte serenidad, tolerancia y aceptación del otro. Una cultura que recupere la escucha mutua, no como estrategia, sino como una opción que nos permita acoger al otro tal y como está.
Es urgente una cultura del encuentro que favorezca el reconocimiento y la valoración. ¿Quién es tan ingenuo que piense que desde el insulto y la descalificación  vamos a construir? Lo único que construiremos es muros, prejuicios, y conflictos. Por favor, esto es de sentido común, el "abc" de las relaciones, no hace falta pagar a un "couching" para esto, ¡lo sabemos! 
Es una cuestión de actitud, y eso depende de cada uno. Necesitamos  hombres y mujeres que con su manera de tratar a los demás, de hablar  y relacionarse fomentemos un mensaje sencillo: "Tu vida me importa".
Esto no es posible si no aprendemos a dejar de lado nuestros intereses particulares, por legítimos que  nos parezcan, y nos atrevemos a salir de nosotros mismos y preocuparnos por el otro.
Desde luego que nuestros políticos  están demostrando, día a día, tweet a tweet, que no son capaces, y no pueden ser tomados como ejemplo de esta cultura del encuentro que tanto necesitamos. Lo que ellos llaman pacto, no es más que un acuerdo partidista en el reparto de intereses, según su cota de poder... Y desde el poder, es "misión imposible" construir una cultura del encuentro.
Tú y yo, nosotros, desde las redes sociales, desde nuestros lugares de trabajo, desde nuestros hogares, en las conversaciones en la mesa (donde todavía las haya...) podemos hacer mucho más... Y como un efecto dominó, ir cultivando y trabajando por unas relaciones más humanas y plenas, donde dejamos espacio al otro, aunque sea diferente a mi. Ese reconocimiento del otro es lo que logra reducir distancias, romper muros, dignificar al otro.
Hay quienes nos queremos comprometer por esta cultura del encuentro desde nuestra convicción creyente, pues en Jesús de Nazaret descubrimos un estilo lleno de vida y sentido. También, quienes desde otras confesiones o convicciones éticas, se comprometen de igual modo por esta cultura del encuentro. Juntos podemos hacerlo posible y visible, pues sabemos que las cosas pueden ser de otra manera. ¡Ánimo!, es tiempo de otra cosa, podemos.

miércoles, 18 de enero de 2017

AL ENCUENTRO DEL OTRO...

Hay dinámicas que nos encierran en nosotros mismos y refuerza una visión recortada del mundo. Son dinámicas de desconfianza, individualismo, y superficialidad, que nos meten en una burbuja, con sus efectos colaterales, que distorsionan nuestra percepción de la realidad. 
1. Nuestras dificultades de cada día acabamos convirtiéndolas en problemas mundiales. Un fracaso, una decepción, una expectativa no cubierta,... nos absorben como auténticos agujeros negros, impidiéndonos ir más allá, y sobretodo, salir de uno mismo, de nuestro "micromundo".
2.Insensibilidad ante el sufrimiento ajeno que acontece a nuestro lado. Se nos atrofia la mirada y el corazón. Nuestra falta de empatía amenaza nuestra propia condición humana y no nos deja pensar que un día, puedo ser yo quien necesite un brazo tendido. 
Mientras tanto, los acontecimientos se suceden, barreas, muros, detenciones ilegales, muertes de inocentes, indiferencia "de los estados miembros" (de una Europa así yo tampoco quiero formar parte), ...
El ser humano se construye saliendo de sí mismo, en relación con el otro. Nuestra felicidad se construye y se sustenta en relaciones auténticas y positivas con el otro. Sentirme útil, valorado y apoyado, y lograr que el otro también conforman un elemento básico de ese bien común deseado por todos. 
Hemos de salir de "nuestra empanada mental", atender a esa continua llamada del Papa Francisco de "una Iglesia en salida" e ir al encuentro del otro... El otro más olvidado, más solo, más rechazado, más en peligro,...
Ante el olvido de los medios, la indiferencia ambiental, o las justificaciones irracionales, hemos de dar un paso al frente y apostar por gestos, acciones y compromisos de acogida que aseguren la dignidad y la integridad de quienes son ignorados en nuestras fronteras. 
Más allá de las dificultades por las que todos atravesamos, tenemos muchos motivos de agradecer en nuestras vidas. Esto debe impulsarnos a ser quienes, en medio de este drama humano por el que están pasando miles de hombres y mujeres en nuestras fronteras, aportemos un valor añadido de humanidad, al estilo de Jesús de Nazaret.
Hagamos de nuestros hogares, de nuestras comunidades, espacios de acogida, lugares de encuentro. Hoy lo necesitan ellos, mañana podemos ser nosotros... Buen día.

jueves, 16 de julio de 2015

¡VIAJE CON NOSOTROS!

Hacer un buen equipaje o una buena mochila es cosa de expertos viajeros o aventureros. Saber renunciar a lo superfluo y quedarse con lo esencial es toda una prueba, que no todos superamos con éxito. ¡Quedarse con lo esencial!
Este tiempo de vacaciones y descanso, tiempo de encuentro con amigos, familiares, pareja, ... es una oportunidad de adquirir y entrenar eso de "la sabiduría de lo esencial".
Poder hacer de nuestros viajes vacacionales, de nuestros tiempos de descanso auténticas experiencias de aprendizaje, de fortalecer lazos, de aportar de otra manera a quienes comparten con nosotros estos días.
Hay quienes estando muy convencidos de esto, estos días dedican parte de sus vacaciones a acompañar a niños y jóvenes en campamentos, quienes ofrecen su tiempo en experiencias de voluntariado, e incluso más valientes que viven experiencias de cooperación internacional... Jóvenes y adultos que viven su tiempo de descanso en clave de gratuidad y entrega. ¡Gracias a tantos testigos anónimos! Ellos inician un viaje, donde los importantes no son ellos, sino los otros.
Hacer de nuestro tiempo una oportunidad de entrega, de hacer la vida más fácil a a quienes nos necesitan, es toda una experiencia. 
Así pues, una invitación a viajar con nosotros, a hacer de nuestro tiempo de descanso, toda una experiencia de encuentro, entrega y aprendizaje. ¡Feliz descanso a todos/as!

lunes, 29 de julio de 2013

DEJARSE AMAR...

Es ese acto de honestidad último, donde después de haberlo intentado todo, ya solo nos queda mostrarnos como somos... Rarezas, inconsistencias, viejas heridas sin curar y todo tipo de achataduras...

Dejarse amar...

Es como confiar en ese Amor primero que sale a nuestro encuentro, abrazando nuestra mediocridad, dignificando nuestras heridas, descubriendo la bondad que se esconde en todas ellas.

Dejarse amar...

Requiere ese proceso de quitarnos la armadura,
     de nuestros éxitos y viejas glorias,
     de nuestras seguridades y miedos, ¡todos irracionales!
     de nuestras frases hechas ya descoloridas...
Esa armadura, que por muy brillante que sea, esconde quienes somos realmente, que deseamos y nos apasiona. Una armadura que nos dificulta muy seriamente hacernos cargo de nuestras vidas y compartirlas con nuestros compañeros de camino.

Dejarse amar...

Todo un acto de desnudez ante ti y de humildad ante mi y mis hermanos los hombres, pero que nos abre la puerta del encuentro, con uno mismo, con los demás y con Dios.