martes, 22 de marzo de 2011

DE LA RELEVANCIA A LA FRATERNIDAD

La necesidad de sentirnos importantes nos hace buscarnos a nosotros mismos, centrarnos  en nosotros y distanciarnos del hermano, de quien nos puede necesitar a nuestro lado. Nos ciega, nos deslumbramos y cegamos a quienes nos acompañan.
Una alternativa es recorrer ese camino de la relevancia a la fraternidad. Es otra manera de caminar en lo cotidiano, desde la sencillez de quien sabe y conoce sus fragilidades, y reconoce todo lo recibido gratuitamente.
Es un camino donde los demás se convierten en protagonistas, y hacen del servicio un elemento clave en la noble tarea de aprender a hacerse hermano. A la hora de ponernos en marcha en ese camino podemos aprender de tantos servidores silenciosos, que van por delante de nosotros y que nos ofrecen un testimonio  de sencillez y disponibilidad como expresión de esa fraternidad cotidiana.
En este camino de fraternidad descubrimos en la humildad la mejor arma secreta, que nos ayuda a descubrir a Dios en todo lo que nos rodea. De otra forma, solo me encontraré conmigo mismo, encorvado en mis méritos.
Frente  a la tentación de la relevancia y dejarnos deslumbrar por los reconocimientos, la propuesta de  la sencillez, el agradecimiento y el servicio, tres claves que pueden descubrirnos un sentido más profundo de los acontecimientos y las personas con las que compartimos destino en este planeta, aldea de todos, no solo de unos pocos. Gracias

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