Una invitación al final del día. Comienza esta nueva semana con esta propuesta: ¡no tengas miedo! No vivamos encogidos, ni encorvados, no dejemos que nuestras menudencias coman el espacio de nuestro corazón. ¡Expande el espacio de tu interior! Para nuestra semana una triple propuesta.1. SAL de tus rutinas, inercias y haz algo diferente. Busca sorprenderte a ti mismo/a y busca la novedad en las personas que te rodean, en los acontecimientos de la semana,..... pero no te despistes, también ti mismo/a aporta tus ganas, cualidades, profesionalidad, ... para hacer más llevadero el día a quienes te rodean. Hay gestos que nos hacen salir, como los de servicio,... y hay gestos que nos atrincheran, como lamentarse.... Tú, sal y busca la novedad.... está por ahí.
2. SUBE a la montaña. Te invito a dedicarte tiempo de reflexión, de oración, tiempo de pensar... distanciarse nos ayuda a tomar perspectiva, a serenarnos, a percibirnos y dejarnos alcanzar por Aquél que suspira por nuestros huesos. Nunca nos deja solos, Él, nos acompaña. Una cosa es cierta, subir siempre requiere un esfuerzo... pero la vista siempre merece la pena.
3. ESCUCHA, esto requiere prepararse, estar receptivo. Escucha la Palabra, el evangelio de día, los acontecimientos que has vivido, a las personas con las que compartes el día. ¡Escucha!, y te darás cuenta que Dios nunca juega al escondite, se te regala en detalles, personas,... y como quien no quiere, ni se lo espera, uno se descubre profundamente querido. Pero, escucha.
Sal, sube y escucha, una propuesta para ponernos en pie, y recordarnos que no hay motivo para el miedo, y con este miedo no construimos nada. Gracias y buena semana a todos/as.
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