martes, 19 de julio de 2011

DESGASTARSE...

Desde la experiencia de acompañar el campamento menesiano en Naclares de Oca, un fogonazo más a la vida, que nunca para, y siempre nos sorprende, sí Olatz, nos sorprende con pequeñas lecciones, que pueden hacernos ver el mundo al revés.
Quiero compartir dos claves con vosotros/as, que a pesar del cansancio (la edad se nota, jejeje) han sido bendición para mí. ¡Gracias chavales!
Después de nuestro taller de interioridad, que el azar de la lluvia nos ha obligado a adelantar... dos propuestas...
1. Aprender a dar, implica aprender a recibir... Hay quienes le gusta más dar y quienes prefieren recibir... pero la vida nos enseña que no se pueden separar. Es necesario experimentar esa generosidad en cada uno, donde sentimos como somos capaces de aportar toda esa bondad que lleva uno dentro. Ese dar, nos puede acercar más y mejor a quienes cerca de nosotros, sufren la desdicha del abandono, el desafecto, o la indiferencia. Llamados aportar a cada uno lo que necesita.
Pero no somos la hormiga atómica, tenemos límites, nuestros chavales (¡y no tan chavales!) lo han experimentado en el raid...  por mucho que los queramos ocultar... es necesario recorrer el camino de la humildad, de saber pedir un favor, ¡gracias Unai!, por limpiarme el plato, el catilu  y los cubiertos, o pedir perdón si no hemos sobrepasado con nuestro compañero/a de camino.
Aprender a recibir el ungüento de la sonrisa, el detalle de un gesto, la delicadeza de un masaje... Esto nos recuerda que el amor siempre es encarnado.
2. Aprender a mirar.  Descubrir y sentir la bondad de cada uno. Ir más allá de los actos, y quedarnos con la persona. Aprender a ver las cosas como las ve Dios, donde todos vemos una debilidad a condenar, Dios ve una miseria a socorrer. En cada uno de nuestros chavales, de nosotros mismos, reside una bondad por descubrir... 
¡Somos torpes!, y en ocasiones, nos quedamos con una mirada superficial y raquítica, que no nos deja redescubrir a quien tenemos delante, nuestro amigo, mi hermano, mi compañero de trabajo o de estudios, ...
Ánimo, podemos aprender a mirar y a dejarnos mirar, sentir la cercanía de un Dios que me acoge como soy, esféricamente, y que me lanza a otro, para dar lo mejor de mi, y recibir lo mejor de ti.
Así sí, así es posible tener esa experiencia de des-vivirme, des-gastarme, ofreciendo una luz, diferente, alternativa, inesperada...
A cada uno de los chavales, ¡gracias!, por recordarme que Dios, se nos cuela en lo sencillo.

2 comentarios:

  1. Bueno, Natxo...¡prueba superada! y por lo que veo alegremente. Descansa un poco.

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  2. Nacho, toda una sorpresa tu blog. FELICIDADES... te encontré por casualidad... un abrazo. Pondré tu blog entre mis favoritos para "mirarte" de vez en cuando... y aprender de ti....

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