Los parámetros sociales, los medios de comunicación, cristalizados en la publicidad, nos marcan estereotipos, que sin querer o queriendo, nos van marcando un estilo de relaciones, ¿con quién cuentas tú? ¿Tú decides como y con quién te relacionas?
Con quien nos relacionamos, entretejemos lazos, nuestro mapa de relaciones, nos habla de nuestras opciones, en definitiva, de qué o quién nos mueve el corazón.
El hecho que un tal Jesús, como maestro judío, tuviera entre a sus seguidores a mujeres, en una sociedad tan marcadamente machista, donde no contaban socialmente, nos habla de las opciones y libertad de ese tal Jesús, que hacen de su proyecto una realidad claramente alternativa.
Reconocernos como seguidores de este tal Jesús de Nazaret, pueblito sin gracia turística escondido en Galilea, nos lleva a preguntarnos honestamente ¿a quienes nos acercamos?¿con quienes contamos? Porque este Jesús, se acercó y acompañó a los últimos, a los que no contaban para nada, a los niños, a las mujeres, a los pecadores y prostitutas, a los leprosos, ... a los que no dan el "perfil danone"o ríen nuestras gracias.
Hacer realidad su proyecto supone hacer camino de acercamiento a los no-creyentes, a los rechazados, a los ninguneados de nuestra sociedad, a todos los que son tachados por su condición de... lo que sea, y tratarles de tal manera que despierten a una nueva conciencia de sí mismos y se descubran queridos por ellos mismos, que es la forma que tiene Dios de mirar a cada ser humano. Ahora vendría la pregunta buena, ¿a quién debemos acercarnos más cada día?Se trata sin más, de crecer en unas relaciones más humanizadoras, capaces de ofrecer algo distinto de lo que ya sabemos que hay. Gracias.
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