viernes, 20 de septiembre de 2013

PALABRAS PENDIENTES...

Si tuviera que decirte algo, te diría ¡gracias!
pues supiste permanecer, estar cerca y aguantar lo inimaginable.
Si tuviera que hacer algo, te daría un abrazo, desnudo y sincero. Un abrazo que te devolviera tanta ternura como has derrochado.
Si tuviera que pedirte algo, sería sencillamente perdón,
por las veces que no te he valorado, ni reconocido tu compromiso, ni tus sacrificios.
Si tuviera que reconocer algo sería tu constancia,
nadie como tú sabe permanecer al lado de los pequeños.
Si tuviera que aprender algo de ti, sería la humildad
que deja espacio a los sencillos, y te acerca a las heridas ajenas.
Si tuviera que ponerte nombre, diría María
y en ti, decir el nombre de tantas mujeres de buen corazón,
          que recorren los mismos caminos de tu hijo,
          que son buena noticia para los olvidados,
          que son alivio para quienes perdieron la esperanza. 
Quisiera recordarme al terminar el día estas palabras, que quieren hacer memoria  de tantas mujeres que luchan por la vida cada día, y por las que las que desgastaron la suya en favor de los más pequeños y olvidados, y así lograron ser rostro de Dios, Padre y Madre. ¡Gracias!

No hay comentarios:

Publicar un comentario