...Recuperamos a la persona... Lejos de castigar, amenazar o juzgar, nuestro Dios sigue apostando por los últimos, los olvidados, los alejados, los desorientados, y extraviados... sigue amando especialmente a los que nadie quiere. Comparto una frase inspiradora:
"Ámanos por nuestros fallos,
que por nuestros aciertos nos ama cualquiera"
(Nikolai Gogol, Almas muertas)
El Evangelio está plagado de esta buena noticia, que parece que algunos se empeñan en ensombrecer. La oveja perdida, el hijo pródigo, la adúltera, los cobradores de impuestos, el centurión, ... así es su amor... ¿no es sencillo y claro?
No encuentro mejor motivo para renovar cada mañana mi opción célibe, que esta buena noticia. Hacerme hermano de quien no lo espera, de quien más lo necesita, y así hacer memoria de la forma de amar del Dios de Jesús, gratuita, desbordante e incondicional.
Pero cuando lo que más nos importa son los números, ya empezamos a fastidiarlo todo. Entonces empezamos a centrarnos:
en los resultados más que en las personas,
en el poder más que en el servicio,
en la imagen, más que el fondo de las cosas,
en las normas, más que en la fiesta y la alegría.
No ahoguemos esa buena noticia de un Dios que nunca le salen las cuentas y no se olvida de ninguno, de nadie. Él puede hacernos saltar de alegría y fiesta cada vez que uno se descubre amado, hermano/a. Gracias
No ahoguemos esa buena noticia de un Dios que nunca le salen las cuentas y no se olvida de ninguno, de nadie. Él puede hacernos saltar de alegría y fiesta cada vez que uno se descubre amado, hermano/a. Gracias
Me ha encantado la cita...
ResponderEliminarPotente, ¿verdad?, sacada del último libro de Jose Mª R. Olaizola (S.J.) muy recomendable... "Hoy es ahora" Ed Sal Terrae (Colección el Pozo de Siquen)estoy disfrutando de él... sencillo, agudo y directo.
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