CONTIGO ES POSIBLE...

Hay ocasiones en la vida, que en nuestro interior se enciende una "lucecita roja", que nos advierte de esa necesidad profunda de parar, de hacer algún ajuste vital. Algunos, fruto del miedo,   podemos emprender una huida hacia delante acabando de enredar nuestra vida. Otros, en cambio, vemos una oportunidad, una ocasión para reorientar, de hacernos preguntas y dejarnos cuestionar, buscando ese sentido y plenitud, que todos anhelamos. 

No se trata de revisar las cosas, que hago bien o mal. No se trata de un enfoque moralista, aunque no cabe duda, que muchas de esas acciones puedan contribuir a que se encienda esa "lucecita roja" en mi interior, despertando ese deseo de "otra cosa", que uno, a veces, no sabe que.

La experiencia de conversión, de este ajuste vital, es cuestión de amor, que se aleja de toda lectura moralizante y culpabilizante de la vida. Es una experiencia fruto del encuentro con Alguien, capaz de despertar en nosotros ese deseo de que otro estilo es posible, de unas relaciones vividas con otra intensidad, más humanas, más allá de nuestra mediocridad e inconsistencia. Este tal Jesús, con su amor, con su apuesta por los pequeños, propone un camino cargado de sentido y plenitud, ayudándonos a crecer no solo en nuestra propia autoestima, sino a abrirnos a los senderos de la gratuidad y la misericordia.

Propiciemos ese encuentro personal, cara a cara, con ese tal Jesús de Nazaret... acojamos no solo su palabra, sino su vida, sus opciones, ... y dejemos que su estilo nos ilumine en nuestros momentos de confusión, nos aliente cuando pensemos que no somos capaces, y nos inspire nuestros actos, llevándonos más allá de lo que uno se veía capaz. Así experimentaremos la conversión, esa buena noticia hecha gestos encarnados. Entonces, solo entonces, surge el seguimiento, ese deseo interior irrefrenable de intentar vivir esa propuesta de felicidad.

Él, Jesús, lo hace posible. Nunca deja solo al ser humano, especialmente si se siente desvalido, perdido. El acompaña todo nuestro vivir cotidiano, solo es necesario ponerse a tiro, y dejarnos encontrar con Él. Gracias y buena semana.