¿ALGO QUE OFRECER?

Cuando las cosas se ponen feas, difíciles, cuesta arriba,... el desánimo anida con mucha facilidad en nuestro interior. Parece que vivimos en un cabreo constante, y nada nos parece suficiente para mitigar ese desazón, tristeza o ... Los pensamientos negativos, las críticas duras, o las quejas constantes, no son más que signos de esa espiral, nada constructiva, del desaliento... Crisis, paro, ajustes económicos, conflictos en casa, inestabilidad, desafectos,...

¿Y nosotros?, ¡sí!, cada uno de nosotros... ¿Tenemos algo que ofrecer?... ¿Tenemos las manos atadas?, ¿el corazón encerrado?, ¿grilletes en los pies?, ¿la boca tapada?, ¿los ojos vendados?,...

No me cabe duda que estamos en el tiempo donde tenemos mucho que ofrecer, con sencillez, con cercanía, con-tacto, ... Pero tenemos que ponernos en marcha y dejar de pensar que serán otros, ¡no sé quienes! (¡nuestros gobernantes desde luego que no!), los que pueden ofrecernos algo con sentido. Es urgente recuperar ese compromiso a pequeña escala, capaz de tejer relaciones, ofrecer apoyo, dedicar tiempo, compartir ideas, espacios, dineros,... ¡yo que sé!... tantas cosas como nuestra creatividad y generosidad dejen lugar.

¿Algo que ofrecer? tu persona, como esté, coja, herida, desanimada, ... pero desde el momento que sea capaz de salir de si misma, para aportar y mejorar tu entorno, una pequeña luz empezará a iluminar tu rostro, tu día, tus heridas, tus problemas,... y empezaremos a sentir el mundo, nuestro mundo como un hogar para todos. Buenas noches y gracias.