viernes, 27 de abril de 2012

¿Y SI HICIÉRAMOS TU PROYECTO REALIDAD?

Jesús lo llamó reino de los cielos, nosotros, preferimos ni nombrarlo no vaya a ser que nos lo tomemos en serio y las cosas cambien... ¡Pero que caramba!, estamos en Pascua, y podemos atrevernos, por lo menos, a formularlo... Con un poco de suerte igual nos coge las entrañas, y quien sabe de lo que seríamos capaces de hacer...
¿Y si el proyecto de Jesús de Nazaret fuera realidad en nuestras vidas, en lo cotidiano?...
La vida de los hombres sería más digna, más humana, ejerciendo nuestro sentido de la responsabilidad, seríamos capaces de mirar por el bien común, y no gobernarían los intereses personales.
Si su proyecto lo hiciéramos presente, el principio de la compasión, se tornaría en el eje fundamental de nuestras relaciones, reconociendo en Jesús, esas actitudes básicas capaces de dignificar toda relación humana. No sería necesario proyectar en nuestras relaciones cotidianas nuestros miedos, ni fracasos, nuestros prejuicios ni heridas,... pues descubriríamos en la compasión, esa manera única que tiene Dios de mirar a cada persona. Una forma profundamente acogedora y gratuita, sin condiciones ni credenciales. Una mirada que va dirigida al fondo de la persona, aceptando a cada uno como es..., dispuesto a repartir su herencia a su hijo obstinado y abrazarlo, meses después, a ese hijo machacado...  (Lc15)
Si su proyecto fuera realidad, aceptaríamos sin dificultad, que Dios no rechaza a nadie... y que este forma compasiva de ver la realidad es la única forma de aprender de mirar al mundo como lo hace Dios. 
Si su proyecto fuera realidad... el del reino, el de Jesús de Nazaret, la dignidad de los pequeños, de los que sufren, sería nuestra meta. Dejaríamos de lado tantos dogmas, tantas leyes, tantas normas, tanto boato, tanto... y haríamos de los pequeños, de los que no cuentan, de todos los que solemos dejar de lado, "los nadie", "los ningunos",... el único templo donde adorar a Dios, construyendo esa humanidad para todos. Seríamos conscientes, que nuestro Dios siempre se pone de parte de ellos, de los pequeños, de los pecadores, de las prostitutas, de los recaudadores, de ... sin escandalizarse, solo queriéndoles...
Si su proyecto se hiciera presente, hoy, aquí, ahora,... recuperaríamos el difícil oficio de "curadores de la vida"... y lejos de querer adoctrinar o convencer... nos centraríamos en repetir esos gestos curativos capaces de levantar el ánimo, reducir distancias, aliviar soledades, consolar sufrimientos  o compartir lo que tenemos.... esos gestos de Jesús, el de Nazaret, que hoy reconocemos el Cristo, ...pero que si nos descuidamos preferimos en ocasiones mirar a otro lado... Pero si queremos, podríamos sumarnos a su tarea dignificadora haciendo lo que mejor sabía hacer... ¡humanizar! (Jn10,10)
Realmente, si su proyecto fuera realidad... el perdón sería ese horizonte que nos haría capaces de compartir nuestras mesas con quienes, hoy consideramos que sería impensable. Y a pesar de que hablarían mal de nosotros por nuestras malas compañías... estaríamos haciendo realidad ese sueño de Dios, donde todos, sobretodo los más indeseables, se sientan en la mesa. Mirando a Jesús, descubrimos a un Dios que  no excluye a nadie... ¿Porqué seguimos insistiendo en ignorar esa llamada?, ¿Cómo hacernos más compasivos?, ¿Cómo hacer nuestra Iglesia más compasiva, al estilo de Jesús? 
Tiempo de Pascua, tiempo de acoger la vida regalada a manos llenas, y como nos dice el evangelio de hoy, hacer carne de nuestra carne su proyecto, y hacerlo compartido con quienes creen que una humanidad distinta es posible. Gracias a Pagola, por alentar este proyecto de acercarnos a Jesús y su propuesta con más autenticidad. ¡Feliz Pascua!

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