Tarea ineludible en los tiempos que corren... ¿Cuántas veces nos hemos visto sin salida? ¿En cuántas ocasiones hemos adelantado consecuencias negativas que todavía no han acontecido?¿Cuántas veces nos hemos sentido paralizados, sin atrevernos a dar el siguiente paso, siempre tan necesario?
En los momentos de dificultad especialmente, el miedo es nuestro principal enemigo a combatir. Se esconde , en ocasiones bajo apariencia de bien, y lo llaman prudencia. Pero en realidad, esta falsa prudencia nos desplaza de tal manera a un futuro inalcanzable, que no nos permite afrontar el presente con valentía y determinación. Este presente, que por muy amenazado que estés, necesita decisiones arriesgadas, creativas y alentadoras para quienes más lo necesitan.
Si dejamos que el miedo gobierne nuestras vidas, no aprenderemos a vivir nuestro presente, lo cotidiano, con sus dificultades inherentes, ni a sortear los obstáculos, en ocasiones inesperados que nos depara la vida. No es una confabulación de los dioses, sino el pan nuestro de cada día. Aunque hay que reconocer, que hay demasiados que lo tienen cada vez más difícil.
¿Cómo vencer nuestros miedos? Estimular en cada uno de nosotros la esperanza y la confianza, nos puede hacer más capaces de afrontar y vivir el presente con ese arrojo necesario para dar una repuesta más ajustada y creativa a las necesidades de cada día.
Si dejamos que el miedo se apodere de nosotros, dejamos que otros intereses, a modo de fantasmas, se adueñen de nuestra preciada libertad, que es la que nos impulsa y nos lleva a buscar, a arriesgar por aquello que merece la pena. Tengamos ánimo, después de la tormenta, viene la calma. ¡Feliz semana!
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