Ofrecer tu tiempo, derrochar creatividad, y entrelazar tu vida con los jóvenes con los que hemos compartido durante trece días la aventura de ser uno mismo , de buscar, de vivir experiencias que les ayuden a ser más ellos mismos.
Un campamento Happy Too para sacar lo mejor de cada uno, para hacer camino juntos y enfrentarnos a todas las dificultades que surjan, incluso perderse. ¿Quién no ha sentido alguna vez miedo o agobio ante la desorientación más absoluta?
Si algo me queda claro gracias a la experiencia vivida con estos jóvenes, es que aunque nos equivoquemos de camino, (que además suele ser mas duro), lo importante es sabernos acompañados y confiarnos de eso guías que un día anduvieron el camino antes que yo. No nos cerremos, en medio de la la dificultad, en confiar en quienes sabemos que nos quieren y permanecen a nuestro lado. Es así, acompañados, como logramos alcanzar aquello que no hace más felices.
Gracias a ese equipazo de animadores que lo hacen posible, con su dedicación, con su cariño. Gracias por aceptar a cada uno como es. ¡Y como no!, gracias a cada joven por confiar en nosotros, también en la dificultad, descubriendo en las `pequeñas cosas esa mano del buen Dios que nos recuerda que somos seres amados esféricamente, por todas partes. ¡Gracias y buena noches!.
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