viernes, 8 de octubre de 2010

DEVOLVER LA PALABRA...

Quedarme sin palabras, no encontrar palabra, no tener palabra, silenciar la palabra,... son expresiones que recogen hondas experiencias que nos recuerdan el sufrimiento, la impotencia, el desafecto, abandono, padecido por tantas personas.... Y todas son concreción de los millones de seres humanos "sin voz" del planeta, ¡mudos! y enmudecidos. Es ese colectivo humano, al que es difícil ponerle rostro, de quienes no escuchamos su voz, por haberles silenciado sus palabras. Quizá, consideremos que no tienen nada interesante que decirnos... yo diría nada cómodo que decirnos, ... sólo los medios de comunicación, cuando ganan audiencia con ellos, son capaces de acercarnos a nuestras retinas esa parte de la realidad enmudecida con una banda sonora "sensiblona" ... ¿pero dónde está su palabra?
Cuando fruto de "la buena estrella", estos pobres de solemnidad,que les roban lo único que tienen (su palabra), encuentran a Alguien que se la devuelve, que les deja espacio para pronunciarla, que pone voz a lo impronunciable,..cuando encuentran a alguien capaz de devolverles la dignidad, de poder decir, compartir, pronunciar, denunciar con la palabra.... todavía les toca sufrir esas fuerzas ocultas, (ya no tan ocultas...), encargadas de desprestigiar, denigrar, tachar de "hacer política", de demagogo, de activista, de ingenuo,... da igual, ¡de hijo de belzebú!... a esa "buena estrella", buscando arruinar una tarea humanizadora.
¡Qué noble tarea la de devolver la palabra!... lograr que el otro se sienta capaz de pronunciar su verdad... y sentirse escuchado, tenido en cuenta. No se trata de tener razón, sino de ser reconocido , valorado, de sentir que uno forma parte de la realidad en la que todos tenemos y podemos decir nuestra palabra, sincera, honesta, sentida...
No la anulemos, dejar pronunciar la palabra es poner rostro a quienes nos rodea y fomentar ese trato horizontal que tanto necesita la solidaridad...

Que tu palabra no pronunciada
abra mi corazón.
Que tu palabra escuchada,
muestre tu rostro.
Que tu palabra reconocida,
nos haga de la misma condición,
¡hermanos! 

1 comentario:

  1. Un bien escaso el de la palabra hoy en día, hay mucho ruido, mucha palabrería y poca palabra y... lo que menos abunda es saber dar la palabra, permitir que el otro ejercite su derecho a decir, a expresar, a empalabrar su realidad... un fuerte abrazo.

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