domingo, 17 de octubre de 2010

SÉ TRASPARENTE...

Que gozada cuando recibimos esa visita en casa, en la que no es necesario guardar las formas, y uno puede ser espontáneo, expresarse con libertad, ¡en fin!, ser uno mismo... Cuando es así, nuestra visita, por inesperada que sea, se sentirá en casa, sin necesidad de guardar las formas, y  con ese deseo de compartir que tienen los recién llegados. Son esas oportunidades que no hay que desaprovechar...
Hoy he reflexionado a lo largo de la mañana sobre esta experiencia, sobre la importancia de la acogida en la tarea de hacer hogar, y sobretodo, la llamada a la transparencia, a mostrarnos tal y como somos, con nuestras grandezas e inconsistencias que nos van acompañando a lo largo de la vida, mostrarnos como somos, como un signo de acogida. 
La verdad, que en la cultura en la que estamos la dinámica es otra bien distinta, es la de demostrar, que nos mete en una espiral de superficialidad y ficción que cada vez nos separa de nuestra propia esencia, introduciendo las estrategias de disimular, ocultar o "maquillar", aquello que no nos gusta de nosotros mismos, nos disgusta, o simplemente no responde a nuestras expectativas.
Necesitamos espacios para compartir nuestros miedos, inquietudes o deseos. Poderlo hacer con mis padres, mis hermanos, mis amigos, y poder "sentirme en casa", con ellos disfrutando de una conversación que permita mostrarme, ser transparente, sentir la palabra honesta, ....
Fruto de mi reflexión de la mañana he despertado en mi el deseo de tres cosas que quiero compartir con vosotros/as:
1º. Cuidar las amistades.Y hagámoslo cultivando la confianza, la aceptación y la ayuda mutua.
2º. Disfrutar de la acogida de Dios. Si de alguien puedo aprender es de ÉL. Nos hay más que acercarse a Jesús de Nazaret. Es Él quien mejor me conoce, me acoge incondicionalmente y en quien puedo descansar todas mis preocupaciones, miedos, retos,...
3º. No pierdas el tiempo en demostrar, ¡vive mostrando!, aunque te digan que estás como una chota, que así te harán ,más daño,... siento que la transparencia te lleva, también, a vivir más intensamente las relaciones, los encuentros con tantas personas que tienen mucho que aportarnos.
Bueno, comienza una semana nuevas, trabajo, clases, pasillos, compañeros, ¿qué tal el fin de semana?¿profe que has hecho?... puedo decir bien, porque no tengo nada mejor que decir... o puedo empezar a mostrarme ,y hablar desde dentro, con mis alegrías y cansancios, con mi ilusiones y mis preocupaciones... hablar queriendo responder a quien me pregunta, aportar la gratuidad de mi palabra honesta. Gracias (sobre Lc 10,38-42)

No hay comentarios:

Publicar un comentario