Hay quienes pasan por la vida discutiendo si la botella está medio llena o medio vacía. Pierden el tiempo en matices y en las razones y porqués de las cosas. En esta dinámica la discusión está asegurada, y eso no nos lleva a buen puerto.
Hoy una invitación a recordarnos que lo importante es compartir la botella medio llena. Poner en juego las posibilidades que tenemos, aunque sean pocas. Aportando construimos y vamos haciendo la realidad cotidiana un poco mejor, hacemos realidad esos pequeños milagros, que si nos descuidamos, pasan inadvertidos.La levadura del compartir nos ayuda a superar, por difícil que parezca, muchas carencias y fragilidades que nos acompañan. Es una experiencia, ésta la del compartir, donde es tan importante saber dar con sencillez, como el saber recibir con agradecimiento.
En una cultura en la que estimulan constantemente a la autosuficiencia, "no se fíe de nadie", "hágalo todo usted mismo", "usted es el único protagonista de su vida",... quisiera recordarme a mismo que nuestra historia toma mayor sentido cuando hacemos partícipes a los demás de ella, y estamos dispuestos a partir lo que tenemos, a" partirnos-con " quienes andamos día a día, y "re-partirnos" con quienes más nos necesitan. Es la única forma de descubrir con sorpresa el pequeño milagro de tener más de lo que parece. Gracias
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