miércoles, 6 de abril de 2011

APRENDIENDO EL OFICIO...

Como se hacía en los antiguos gremios, de padres a hijos, de maestro a su aprendiz, tenemos la oportunidad, un día más, de aprender ese oficio de humanizar, dar vida y hacerlo en abundancia, como le gusta al Padre.
A lo largo de la vida, desde que éramos niños, hemos aprendido por observación (aprendizaje vicario) la mayoría de las cuestiones importantes. En esta tarea humanizadora, tenemos en quien fijarnos,Jesús de Nazaret. En sus gestos, sus palabras, en sus compañías, en los lugares que fue, y a los que no fue, en sus opciones, en su estilo,... se trasparenta ese rostro de un Dios Padre, misericordioso, compasivo y enamorado de la vida, y vida para todos.
En esta tarea humanizadora, cada uno de nosotros es clave. La implicación de cada uno, la suma de los pequeños gestos que van en esa dirección, provengan de donde provengan, son fundamentales. "El que no está en contra, está a favor del proyecto".
Esta tarea humanizadora pasa con conjugar verbos que nos acercan a otro: estar, acompañar, acoger, curar, escuchar, ayudar, servir, aliviar, consolar, comprender, cuidar, mostrar, compartir, ... Gracias a quienes se creen que un mundo diferente es posible, a quienes intentamos, con renovada ilusión cada mañana conjugar estos verbos en la vida cotidiana, en nuestro quehacer diario. Y gracias, a nuestro inspirador diario, Jesús, que nos sostienes en nuestras impaciencias, perdonas nuestras trampas, y nos acompañas en cada jornada. Gracias

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