lunes, 16 de mayo de 2011

¿QUÉ LIDERAZGO NECESITAMOS?

Seguimos necesitando guías. Es una realidad que constato cada día. Bien, porque nos sentimos en muchos momentos perdidos y desorientados, o bien, porque el entorno en el que nos movemos nos marean, hasta confundirnos en una nube de mensajes flojos y sin consistencia. La evidencia es que necesitamos quien nos ofrezca una alternativa con sentido y esperanza.
La antítesis nos toca sufrirla ahora, las campañas  electorales. Palabras regalas al viento, fundadas en generalizaciones y cargadas de acusaciones, cuyo único objetivo es desprestigiar al adversario y arrancarnos esa simpatía de voto. ¿Pero que ofrecen? ¿Qué están dispuestos a arriesgar por un supuesto servicio público? Unos y otros con sus actitudes y su falta de coherencia y de contenido, solo me dejan claro que son palabras huecas que se las lleva el viento. Prestigio, poder, rivalidad, ambigüedad, imagen,... son las claves desde donde cautivan nuestra atención, haciéndonos olvidar que  todo buen ejercicio de liderazgo es el que está al servicio del grupo, en este caso, la sociedad. Y esto pasa necesariamente por estar dispuesto a asumir cierta actitud de entrega en favor de otros. 
¿Ha escuchado a un político reconocer un error y pedir perdón?, ¿Acaso ha escuchado a algún político hablar bien, o reconocer y felicitar por un acierto de su contrincante?, ¿En alguna ocasión han sido testigos de que un político diera ejemplo en plena crisis, y fuera ejemplo de austeridad solidaria, renunciando a dietas, viajando de forma prudente o reduciendo los gastos cotidianos en su gestión diaria?...Pero ¡vamos a ver!, ¿Han visto que los políticos salga a la calle a tomar el pulso de la sociedad en la que viven, fuera de campañas? ¿Acaso nuestros políticos viven vocacionados su labor de servicio público?¿En qué se les nota?
No quiero ser injusto. No quiero etiquetar  ni generalizar. Es posible, casi seguro, que habrá personas, hombres y mujeres nobles,... pero también estoy seguro, que no son las que logran acceder a los puestos relevantes donde podrían aportar ese plus de sentido común y valores que necesitamos. Esos puestos están reservados a los "enchufados", que sostienen mi candidatura, y a los que debo demasiados favores. "Así es la política" - nos dicen - mientras los demás nos echamos a temblar. Entiendan que necesitamos otra cosa, un cambio. Y mi frustración es que no hay donde elegir. Para lo que veo, me quedo en casa.
¿Qué liderazgo necesitamos? Cuando esta mañana leía el relato del buen pastor (Jn10,11-18), lectura recomendable, pensaba que es necesario querer el oficio. Cuando uno quiere lo que hace y por quien lo hace, se despierta ese sentimiento de entrega y de búsqueda de bien ajeno. Es entonces cuando uno arriesga y va por delante, ofreciendo ese sentido y horizonte, que en muchos momentos necesitamos.
No necesitamos promesas. Necesitamos guías capaces de acompañar los momentos difíciles, de aunar esfuerzos, de inspirar gestos, de ofrecer ejemplos, de alentar en los cansancios y de asumir los errores para retomar de nuevo el sendero cierto. Mientras nuestros "lideres" no aprendan esta lección, a los demás nos queda la dura tarea de recordársela, una y otra vez, como la viuda del evangelio, que por pesada, al final, se la hizo justicia. Y por lo demás, el voto, haz lo que puedas, ¡difícil tarea nos dejan! Gracias

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