A ti que andas buscando, a ti con quien comparto camino, inquietudes, proyecto,... "¿Quién dice la gente que soy?... y vosotros,¿quién decís que soy yo?"... (Mt 16,13-19)No es una pregunta de catecismo, no es un examen, no es simple curiosidad,... es una de esas preguntas vitales, donde es necesario contestar desde las tripas. Y para eso, necesitamos tiempo para poder responder.
Lo primero, necesito tiempo para hacer memoria de quien me habló primero de ti, Jesús. Y como casi sin darme cuenta, me fui interesando por ti, tus palabras, tu mensaje, tus gestos, de fraternidad, de perdón, cargados de un amor que es capaz de reconstruir a la persona desde dentro. Eso me cautivó.
Eres el humanizador por excelencia. Tú nos recuerdas que Dios no se olvida de un solo pelo de nuestra cabeza. Nos has descubierto que no se puede hablar de Dios, si nos olvidamos de los hombres, nuestros hermanos.
¿Quién eres para mí? ... Por ti me descubrí profundamente amado e invitado a compartir esta verdad profunda. Fuente de mi alegría y sentido, que me impulsaste mi compromiso a hacerme hermano, menesiano, educador, participando así, en la tarea apasionante de hacer crecer, de acompañar, de reconstruir lo humano más herido.
Con toda sencillez, no puedo decir más, que me siento afortunado, regalado, privilegiado, ... por un amor que supera con creces mi propia pobreza, incoherencia y torpeza. Gracias
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