No te lleves a engaño, nuestras prioridades se ordenan en el corazón, y tienen que aprender a convivir, luchar con nuestro miedos, inseguridades, fragilidades y engaños, hasta vencerlos. ¿Qué o quién me ilusiona?¿Quién me ofrece ese sentido que me alegra el corazón?
Solo puedo ofrecerte esa palabra débil de ánimo y aliento, que nos recuerde, que a pesar de nuestra torpeza, Él, Jesús de Nazaret, nos necesita para entrelazar la historia cotidiana de amor, con los tuyos, y con los de más allá.
No valen excusas, por buenas que sean. Lo que no haga, ya te dije, se queda sin hacer. Solo nos queda una cosa... dejarnos coger el corazón por un Amor, que no entiende de medidas, ni de razas, ni de lenguas,... tampoco de orientaciones de ningún tipo... un Amor que es libre, que vive en la intemperie, sin muchos montajes, sin miedo al que dirán, sin condiciones, ni tarjetas vips. Un Amor, que nos reconoce cómo somos realmente, que nos llama por nuestro nombre... y nos ayuda a ponernos nombre, de hijo, de hermano, de amigo, de humano, ... categorías universales que devuelven el rostro, la dignidad de quienes no cuentan, de quienes no queremos acordarnos,... y sin embargo, también necesitan escuchar de ti, de mí, esa palabra más amiga, más fraterna, y más humana.
Nos decía el poema, "Gesto, hermano gesto, que es amor encarnado..." Él lo hace posible, nuestra tarea, dejarnos ... Gracias.
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