Si quieres algo distinto, algo alternativo, si realmente buscas algo diferente... apuesta por un estilo de relaciones que acoja a todos, aprende especialmente a entablar amistad sincera, desinteresada, con los que no cuentan, con los que están al margen... de nuestras aulas, de nuestras iglesias, de los reconocimientos,... Y anímate a compartir con ellos espacios, tiempos, celebraciones, búsquedas,... Es entonces cuando se puede decir esa palabra alentadora, capaz de hacerles ver más allá, liberarse de sus prejuicios, y lanzarse a dar un paso adelante.
Esto requiere de nosotros un actitud básica de compasión, que nos ayude a entender que lo que importa no es el número, sino saber quien nos necesita y que necesita. Se trata de priorizar la parte más débil, aún a sabiendas que los resultados no siempre acompañan. Apostar por ese "caso perdido" de nuestras aulas, y no dar por supuesto que no hay nada que hacer. No tires la toalla. Apostemos con gestos, dedicación, tiempos, creatividad, por los más perdidos y desorientados, y ofrezcámosles esos lazos de amistad capaces de trasmitirles ese aliento y apoyo necesario para recuperar su confianza en la vida. Y cuando eres testigo de tal milagro, tu gozo no cabrá en ti, y los poros de tu piel necesitarán gritar de alegría. Gracias a quienes son capaces de ofrecer una amistad así, a quienes no la esperan.
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