martes, 20 de marzo de 2012

¡HAZTE CARGO DE TU VIDA!...

Nos cuesta, la vida en ocasiones nos pesa y nos mete en una dinámica de queja constante que nos impide ser nosotros mismos. Al final del día, ¿cuántas veces nos hemos quejado por...?, ¿cuántas hemos agradecido por...?
La queja continua nos empequeñece, nos hace personas inválidas incapaces de levantarnos y actuar por nosotros mismos, de ser proactivos, de tomar iniciativas, o sencillamente aprender de nuestros errores y pasar página.
En mi labor educadora me veo acompañando una y otra vez a jóvenes en esa difícil tarea de hacerse cargo de sus vidas, de aprender a acoger lo cotidiano sin resentimiento, con optimismo, intentando descubrir las oportunidades en medio de las dificultades, ¡y tienen muchas!
Nos hacemos cargo de nuestra vida: queriendo nuestra propia fragilidad, aprendiendo de nuestros errores, concediéndonos tiempos para parar y pensar, confiando en nosotros mismos y en nuestras posibilidades, valorando todo lo que se nos regala de forma inesperada, en personas, situaciones y experiencias,... Todo esto nos ayuda a espantar la queja de nuestra vida, como recurso inútil, que no nos hace protagonistas de nuestra existencia. ¡Levantémonos! y pongámonos en marcha cada día, acogiendo lo bueno y malo, afrontado con atrevimiento y confianza los retos cotidianos. Renovemos cada día ese compromiso de eludir "la queja constante" que nos impide ver la botella medio llena. ¡Ánimo y gracias!
 

4 comentarios:

  1. La verdad es que llevaba tiempo intuyendo los efectos personales de la queja; pero no lo había pensado tan claramente como tú lo escribes. Gracias Nacho por tu claridad. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. A mi resulta difícil... en ocasiones me sorprendo a mi mismo en medio de ella... pero lo importante, es que descubramos claves para salir de ella...jejeje, ensayo error....

    ResponderEliminar
  3. Es una frase célebre de Ellacuría esa de hacerse cargo de la vida, encargarse de ella y a veces, cargar con ella... Sólo si conectamos con lo humano y no nos quedamos en lo superficial, en aquello que nos endurece el corazón, aquello que nos aleja porque nos diferencia...podremos salir de la queja constante y entrar en la esfera de la ayuda, de la mano tendida, de la comprensión, o como diría Jesús, "quiere a tu hermano como a ti mismo"...

    ResponderEliminar
  4. ¡Gracias!,...por recordar a quienes han ido por delante en ese camino de vivir con intensidad y compromiso hasta darlo todo... auténticos testigos de que es posible hacerse cargo de la vida...

    ResponderEliminar