jueves, 24 de mayo de 2012

¡BENDITA DIVERSIDAD!

Si algo tenemos claro son las diferencias. Somos sencillamente distintos, en sensibilidad, en ideología, en creencias, ... ¡en tantas cosas!.... Además en medio de una cultura que nos vende la distinción como ese elemento que remarca nuestra individualidad, ¡como si eso hiciera falta!
¿A caso podemos hablar de unidad en medio de tanta diversidad?¿Es posible? Sinceramente, no solo creo que sí, sino que solo merece la pena hablar de unidad, de comunión, en medio del respeto y acogida de la diversidad. Si no fuera así, ¿qué mérito tendría?
Es en medio de lo diverso cuando puede surgir el milagro de la unión. ¿Qué lo hace posible?... Creo que un proyecto cargado de sentido es capaz de convocar "lo diverso", en torno a él, haciendo posible esa unidad tan extraña y humanizadora, signo claro que las cosas pueden ser de otra manera, la unidad en medio de la más pura diversidad.
No se trata de cerrar filas a ciegas, ni de una uniformidad irresponsable, ... sino de una experiencia bien distinta, como si de un impulso medio secreto se tratase, que nos aúna buscando ese bien común mayor y compartido... 
La indignación del 15 M, la justicia en medio de este mundo herido de muerte, el compromiso por humanizar nuestras relaciones, ... la persona de Jesús de Nazaret y su proyecto humanizador. Nadie como Él ha sabido hacernos ver cómo es el sueño Dios para el hombre. Deseando para nosotros esa unidad profunda, que Él supo mostrar acogiendo en su grupo de amigos a lo más diverso de su entorno (pescadores humildes, mujeres, publicanos, pecadores, celotes, prostitutas, que por cierto nos preceden en ese sueño de Dios,...) como un signo claro de lo que el amor puede llegar  a realizar.
La propuesta de Jesús me deja muy claro, que no podemos crecer en unidad sino aprendemos a amar esa diversidad, en cualquiera de sus expresiones. ¡Ánimo!, la empresa es grande, pero no estamos solos. ¡Gracias!

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