sábado, 7 de julio de 2012

GESTIONAR LA NOVEDAD

Empezaremos por desearla realmente y hacer un ejercicio de honestidad que nos permita reconocer todo aquello que no nos aportan vida... y así, igual despertamos ese deseo de ver más allá y experimentar la alegría de la vida, y celebrar la novedad encontrada en las cosas más cotidianas...
Una cosa importante en la gestión de la novedad, es que los parches no suelen valer. Siempre quedan cortos. Son como ese búsqueda inútil de la cuadratura del círculo, por hacer reconciliar lo irreconciliable.
Para gestionar la novedad es imprescindible estar abiertos a los cambios, "vino nuevo, odres nuevos". En esta fase, es necesario ser un poco humildes y realistas, y explicitar nuestras resistencias al cambio, sin escandalizarnos, y con cariño, ¡estamos tratando con nuestras debilidades! Ya se dice en sistémica, que si algo no funciona no lo repitas, pero por algún oscuro motivo, y sobretodo los educadores, obviamos este principio, quizás anhelando seguridades pasadas. 
Superada la fase de resistencias, ¡démonos tiempo!, solemos ser de dura cerviz, nos podremos adentrar en juntos iniciar nuevos caminos, que sean más inspiradores e ilusionantes... suelen ser generadores de esa vida, que la rutina nos ha comido, y de esa alegría profunda, nada estridente, que somos capaces de contagiar a quienes nos rodean. En esta fase, te necesito, cuento contigo, ¡no la podemos hacer solos! Esa búsqueda de nuevos caminos es necesario hacerla con todos aquellos que se sientan en el mismo barco.
Es necesario recordar que lo más duro  en la gestión de la novedad, es renunciar a los odres viejos, a todos nuestros lastres, que lejos de aportar seguridad, lo único que hacen es hundirnos en la mediocridad, la comparación, el miedo a lo diferente.
En la gestión de la novedad lo más importante  son las personas, con las que día a día vamos compartiendo tareas, proyectos, ilusiones, decepciones, ... y todas somos importantes.
Una meta en esta gestión de la novedad, trasmitir la alegría, el gozo y la fiesta de esa plenitud que se nos regala en Jesús, en su estilo, en sus relaciones, en su manera de mirar al mundo y a cada ser humano. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario