Que dar la cara, ofrecer el rostro, esa entrega silenciosa y discreta, que solo saben hacerla quienes aman. Camino estrecho, en ocasiones solitario, pero cargado de un sentido secreto, preñado de vida, aún cuando parece que es absurdo.
Como absurdo puede parecer dar, sin pretender recibir.
Como absurdo puede parecer el perdón, sin curar la herida.
Como absurdo puede parecer confiar, en quien sabemos que es limitado y nos fallará.
Como absurdo puede parecer la gratuidad, que se regala a manos llenas.
Como absurdo puede parecer ayudar a un desconocido.
Como absurdo puede parecer gastar una vida en detalles de entrega cotidiana...
Quizás hoy nos queda por hacer el ejercicio más importante del día... Rastrear y reconocer esos mil detalles discretos, donde se nos regala ese amor. ¡Feliz noche Narnianos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario