jueves, 22 de noviembre de 2012

UNA PASIÓN...

... La de entrelazar tu vida con quienes tienes a tu lado, compartir con cada uno ilusiones y proyectos, heridas y fragilidades, y acompañarles en el camino sin rarezas ni estridencias, al paso de cada uno, sin imponer ritmos. Tres maneras de amar que pueden dar sentido a una existencia. 
Así entiendo yo, querido Álvaro, mi ser hermano menesiano. Entrelazar, compartir y acompañar. Para mí son tres maneras muy importantes de expresar mi capacidad de amar a quienes Dios pone a mi lado. Siento como la intuición de Juan María de la Mennais, sigue muy viva y nos impulsa a hacernos hermanos de los niños y jóvenes. Lograr, a pesar de nuestra fragilidad, que experimenten ese amor incondicional y gratuito de un Dios que solo desea la felicidad plena para cada uno.
Esto no es posible sin pasión, sin ese deseo profundo de poner toda la carne en el asador, y cuando digo toda, me refiero a toda, ¡Álvaro! Todo tu tiempo (disponibilidad), toda tu capacidad de amar, especialmente a quienes nadie aman (celibato),  y todos los medios a tu alcance, haciendo de los bienes materiales un medio compartido, y no un fin (pobreza).
No me imagino de otra forma que no sea educando de mil formas y colores distintas, y que quienes entren en contacto conmigo, se descubran  tratados de tal manera, que se descubran amados incondicionalmente y puedan despertar a una nueva conciencia de sí mismos, y como reza el lema de esta Semana Menesiana, escuche esas palabra de un Dios que les susurra al oído a cada uno: "Creo en Tí"
Me siento afortunado, se lo digo muy a menudo a mis alumnos, soy un tipo con suerte. No puedo menos en esta Semana Menesiana 2012 dar gracias de nuevo por mi vocación de hermano menesiano, y pedirle a Dios que siga regalándome este don, ser hermano, hacerme hermano, y tener hermanos con los que compartir esta pasión, al estilo de Juan María de la Mennais.

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