COMILONES Y BEBEDORES...

Comida de Navidad con Nasar, creciendo como hermanos

Hay motivo de fiesta, de alegría compartida, Dios apostó definitivamente en favor del hombre en Jesús de Nazaret. Con Él, podemos aprender ese nuevo estilo que Dios tiene de crear relaciones, de dignificar a cada persona, sin importarle sus credenciales, ni pedirle requisitos o condiciones.

Toda una propuesta de generar encuentros, de compartir la mesa con quien no lo espera, de ofrecer tiempos, de compartir medios,... Y así, hacer posible ese sueño de Dios, que llamamos reino. 

Aquí reside una novedad profunda, que requiere una apertura de mente y corazón, si queremos participar de ella. Es necesario ir preparándose para esta novedad: Buscar la felicidad de los demás potencia la tuya, centra toda tu existencia y puede dar sentido a todos tus esfuerzos y sacrificios, convirtiéndolos en signos claros de una opción por una vida digna para todos y que forma parte de esa novedad de Jesús de Nazaret.

Celebremos, generemos encuentros, compartamos en casa, en el trabajo, con los amigos, en nuestras comunidades, y ¿por qué no?, con los desconocidos... 

Dios apostó definitivamente por el hombre, y nosotros con Él. Abramos los ojos y ampliemos horizontes, vayamos más allá de lo evidente y hagamos realidad encuentros que nos llenen de alegría, comilones y bebedores, al estilo de Jesús. ¡Ánimo!, la tarea es ardua, pero gustosa.