UNA COPERNICANA, ¡POR FAVOR!...

Dícese de aquella propuesta, que presenta tal cambio de visión que provoca un vuelco en la comprensión de toda nuestra realidad hasta ahora conocida... Reconocer que la tierra no era el centro del nuestro sistema planetario no fue tan fácil.... Que se lo pregunten a nuestro amigo Copérnico... Como tampoco es tan fácil reconocer que nosotros no somos el centro del mundo, somos seres llamados a descentrarnos, condición de posibilidad para nuestra felicidad.

¿Cómo es posible eso? Hoy Juan (Jn 3,22-30) hace un gesto de humildad, al que el resto de mortales estamos muy poco acostumbrados. Mientras normalmente perdemos "el culo" (perdón por la expresión) por el reconocimiento, el ganar adeptos, seguidores, prestigio, y no se sabe que cosas más,.... Juán  nos propone una forma distinta, alternativa, de ver la vida... 

1. Aprende a reconocerte a ti mismo como realmente eres, en tu verdad, sin querer aparentar más, ni empequeñecerte. Ninguna de las dos cosas ni posibilitan, ni añaden  más a tu felicidad.

2. Aprende a reconocer al otro, superando envidias, rivalidades, poder, y todas sus primas hermanas (violencia, ironía, manipulación, engaño,...) que no hacen otra cosa que nublar nuestro entendimiento y secuestrar nuestra capacidad de darnos a los demás. Esta es la llave para descentrarnos, y caer en la cuenta de algo evidente, todo el universo no gira en torno a mí, formamos parte de un todo que se nos regala.

3. No renuncies a aportar, a poner en juego todo aquello que haga más fácil la vida a quienes tienes a tu alrededor. Ha hacer de tu vida una continuación de ese gran acto de creación que es el universo. Una invitación a que tus palabras, tus gesto y acciones hablen de esa Bondad que nos habita y que nos susurra todos los días que somos seres amados incondicionalmente, sin límites... 
En definitiva, aprendamos, que nunca es tarde, a situarnos de forma alternativa copernicana, y quizá así seamos capaces de generar cambios inesperados. Gracias.