Hay quienes se aferran a las demostraciones, a los hechos, a las pruebas fehacientes, ... más preocupados en demostrar en lo que no creen, que en vivir en profundidad...
Pero también los hay quienes viven la vida con intensidad:
- Más preocupados en ofrecer, que en demostrar.
- Más comprometidos en aportar, que en exigir.
- Más dispuestos a perder (su tiempo, su reputación, su comodidad,...), que a ganar...
- Más atentos de sonreír, que de criticar...
En definitiva, son estas últimas personas, las que nos recuerdan que la Vida va por delante, y que solo hay una manera de contagiarla y repartirla a manos llenas... Así pues, confía, afina la mirada, pues cuando menos lo esperas, irrumpe en medio de nosotros esa Vida, que se nos regala en tantos rostros y gestos, que pueden despertarnos de nuestra "empanada mental" en la que tantas veces nos vemos envueltos.
Dejémonos sorprender y vivamos con más intensidad la vida. ¡Feliz semana y gracias!
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