aunque la vida nos pese más de la cuenta,
incluso, aunque nos cueste perdonarnos errores,...
No temas,
Él nos quiere dar su abrazo.
Aunque con frecuencia nos conformemos con las migajas de la vida,
aunque nos hagamos los tontos mirando a otro lado,
aunque se me hinche la vena racionalista y
me cierre a la sorpresa de su amor...
No temas,
Él sigue queriéndonos dar su abrazo.
Pues nadie como nuestro buen Padre Dios
acoge nuestra debilidad,
calma nuestras heridas,
y nos acompaña en nuestros fracasos.
Así pues,
no te pierdas su abrazo,
que nos hace más humanos y más hermanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario