Juan María de la Mennais, en respuesta a los niños y jóvenes más olvidados en las calles de Bretaña, supo idear proyecto al servicio de ellos, y haciéndose hermano de quienes no lo esperaban.
Desde entonces, hermanos menesianos andamos queriendo hacer realidad ese sueño de Juan María, de llegar donde otros no pueden. Una pasión compartida con tantos educadores, catequistas, familias,... que descubren en el estilo menesiano un forma de ver la realidad y dar respuesta a las necesidades que se presentan.
Desde entonces, hermanos menesianos andamos queriendo hacer realidad ese sueño de Juan María, de llegar donde otros no pueden. Una pasión compartida con tantos educadores, catequistas, familias,... que descubren en el estilo menesiano un forma de ver la realidad y dar respuesta a las necesidades que se presentan.
- Creando lazos, potenciando y cuidando las relaciones desde el respeto y la valoración. Logrando que los niños y jóvenes se descubran el centro de nuestra labor educativa.
- Siendo auténticos ángeles de los niños y jóvenes. Cuidando esa presencia discreta que acompaña y apoyan a los jóvenes cada día.
- Viviendo la misericordia, poniendo en juego en nuestras relaciones, esa capacidad de saber cada día de empezar de cero, de salir al encuentro de los más tirados y olvidados, y visibilizar, como nos recuerda la parábola de la oveja perdida, que 100-1= 1. Y poder decirle con nuestros gestos, "tu vida me importa".
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