De espabilar, de abrir los ojos, de crear espacios, de buscar esas respuestas que se nos resisten, de dejarse acompañar,... y de acompañar a quien se deje, y lo necesite. Es tiempo de sacudir la manta, de quitar viejas telarañas, de ventilar la vida, de compartir,... y ¡como no!, de escuchar.
No te embotes, no te paralices, no te amuermes, y ¡sal fuera! Es tiempo de prestar atención a la vida, a quienes caminan con nosotros. Tiempo de salir de nosotros mismos, y dejarnos sorprender.
Adviento, ¡ya es tiempo de levantar la mirada!, y no encoger los hombros. Tiempo de lanzarnos a la vida que se nos regala a manos llenas, y descubrir tu Presencia en la pequeñas cosas de cada día.
Espabila, despierta, ya es tiempo. ¡Feliz semana!
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