miércoles, 20 de octubre de 2010

¿PARA TODOS LOS PÚBLICOS?

En un mundo donde tres cuartas partes de la población mundial sobrevive con una cuarta parte de los recursos del planeta, se nos "impone" un deber moral, la justicia.
Las estadísticas son escandalosas, y no por mucho repetirlas van a cambiar las cosas. Frente a la grave problema del hambre en nuestro planeta, es necesario recordarnos que el derecho a la alimentación es universal, que en pleno siglo XXI está impidiendo el desarrollo de otros derechos también básicos como la educación la sanidad, el desarrollo personal , el trabajo digno,... toda una serie de derechos, que tanto el que escribe este artículo como el que lo está leyendo, ¡gracias a Dios!, los tenemos cubiertos. 
¿Estamos en crisis? Sí, pero no solo económica, sino en una profunda crisis humanitaria, en una crisis de servicio. Todavía no nos hemos puesto al servicio de este grave problema, no dedicamos todo nuestro potencial, ingenio, cualidades ni tiempo en solucionar de forma global este grave problema. Pensamos que esto no me toca a mí, que yo no tengo nada que aportar, que no es mi responsabilidad...
Pero... Si mi hijo hubiera nacido veinte centímetros más abajo en el mapa, su vida hubiera sido bien distinta a la que tiene, ¿verdad?¿acaso es justo?, ¡por veinte centímetros!, que culpa tendría esa pobre criatura.
Hay avances importantes en estos últimos años, ONGs, fundaciones, movimientos populares, mayor sensibilización a nivel mundial,...y muchas personas anónimas comprometidas como cooperantes, auténticos ángeles humanitarios, que aportan con su presencia y profesionalidad auténtica luz y esperanza en los rincones más olvidados del planeta... ¡un recuerdo a todos ellos y ellas, un profundo agradecimiento a esos defensores de la vida en plena frontera.
No se trata de dar lo que nos sobra... sino de devolver lo que les hemos quitado, restituir. En este caso, hacer justicia nos es tratar a todos por igual, sino hacer un sobreesfuerzo real y exagerado, que logre ir reduciendo el gran abismo existente entre los pueblos.
Al que mucho se le da, más se le exigirá. La vida humana es sagrada. Ya es tiempo que nos sintamos ligados a cada una de ellas, y nos comprometamos en favor de ellas. Gracias

2 comentarios:

  1. Estas palabras llenas de sentido común, son como un arma afilada que rasga mi corazón. Yo y mi familia somos de esos que "consume" de lo que les falta a nuestros hermanos...

    Vivimos con tantas cosas que en realidad no son NECESARIAS... mientras otros no llegan al mínimo...

    ... y ¿qué puedo hacer?

    No caer en el consumismo que me invita nuestra sociedad, usar nuestro dinero con un sentido de justicia humana, elegir un "ritmo" de vida acorde al evangelio (quizás sin tantos viajes, sin tantas comidas fuera de casa, sin tantas compras superfluas... quizás haciendo llegar ese dinero restante al que más lo necesita, dentro de un proyecto familiar/social...)

    Y no es nada fácil.

    Pero es un paso más en el camino, un paso que nosotros sí podemos dar... (y si todos dieramos esos pasos juntos? No cambiarían mucho las cosas?).

    Un fuerte abrazo, Natxo, de parte de este hermano...

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  2. Si señor Xabi, un paso. Da igual, un paso pequeñito, también nos vale. Todos somos victimas de ese consumismo feroz... y nos dejamos arrastrar... pero tomar conciencia, empezar a colo carnos en otros puntos de vista, sentir la realidad de otros, los que más sufren, nos puede ayudar a entender la opción de una "austeridad solidaria" (expresión de Jon Sobrino) me cuesta mucho, Xabi, pero la busco... en gestos, acciones,autocrítica,....Gracias Xabi

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