lunes, 4 de octubre de 2010

"¿QUÉ DESEAS DE MI , MADRE?"

No me pertenece esta pregunta, esta oración compartida. Solo puedo agradecerla, expresa para mí, simplemente la sencillez (ezkerri kasko, Xabi). Me recuerda la oración de bendición de Jesús que escuchaba esta tarde en el Evangelio: "Bendito sea Padre porque estas cosas se las das a conocer a los sencillos y humildes y las ocultas a los sabios y entendidos...." 
Me recuerda que solo los sencillos están disponibles a acoger, porque dejan hueco al otro,
que solo los sencillos son capaces de ofrecer lo que tienen, sin miedo de ser juzgados,
que solo los sencillos, al estilo de Francisco, saben que el amor es la última palabra...
Es por eso los sencillos, se convierten en bendición para quienes les  rodean y nos dan esa oportunidad, ¡hermosa oportunidad!, de aprender de ellos, de su capacidad de darse con discreción, reconociendo sus propios límites, y de esa cercanía, que sabe acompañar. Sólo nos queda, amigo Xabi, atrevernos a hacernos esa pregunta.Gracias

1 comentario:

  1. Gracias a ti, Natxo...

    Sinceramente no me salen palabras, sino un silencio acompañado de una mirada tranquila, agradable, intentando ser transparatente... dirigida a una persona que siento como hermano, complices los dos en lo que respecta a un secreto:

    es Dios quien nos "moldea",
    es Dios quien nos ama,
    es Dios quien nos hace Libres...

    ...y es Dios quien obra a través de nosotros.

    Qué complejo y qué simple a la par, ¿verdad?

    Un abrazo,
    Xabier.

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