domingo, 20 de febrero de 2011

AMAR SIN MEDIDA

¿Quien no ha deseado en su interior ser amado sin medida? Ser amados sin más, no por lo que hacemos, ni por nuestros resultados, ni siquiera por ser buenos. ¿Quién de nosotros no hemos deseados ser amados sin medida? Incluso cuando hemos hecho sufrir a nuestro semejante, cuando hemos buscado hacer el mal... 
Intentar ofrecer un amor así, no nos hace perfectos, nos hace buenos, sensibles a las debilidades ajenas y capaces de dar lo mejor de uno mismo. Ofrecer un amor capaz de ver al otro, no como obstáculo, enemigo o rival, sino como hermano, solo es posible si en algún momento nos hemos dejado amar sin medida, si hemos experimentado esa mirada misericordiosa, esa mano amiga que ha sido capaz de ver en lo profundo de mi ser, y no quedarse en la apariencia. 
No se trata de ser amigos de todos, es imposible y no sé si deseable. Se trata de reconocer en cada uno ese fondo humano, que no siempre corresponde a nuestros actos. Y  ser consciente de nuestra contradicción vital que nos acompaña. De la misma la forma que yo soy capaz de hacer  buenos actos, también he causado daño a mis semejantes.
Amar sin medida es ese camino estrecho que nos lleva a mostrarnos solícitos a quienes nos necesitan, sin más. Sin juzgar. Sin condiciones. Sin contraprestaciones. A quien está cerca y al de lejos. Sin pedir carnets de ningún tipo, ni filiación a nada, amar sin más. 
A través de ese servicio sencillo, una palabra oportuna o ese gesto esperado... podemos ir expresando ese amor, que nos regenera por dentro y nos hace capaces de reconciliarnos con nosotros mismos y con los demás.
Termino con la ayuda de Silvio Rodriguez y del profeta Isaías. Solo quien se reconoce arcilla y se deja amar como arcilla, será capaz de amar hasta la locura. Y podemos hacerlo, gracias a este Dios, que nos acoge  y nos lleva de la palma de su mano.Gracias
"Y ahora , así dice el Señor;
el que te creó, Jacob (pronuncia tu nombre);
el que te constituyó, Israel (pronuncia tu apellido):
No temas, que yo te he rescatado,
te he llamado por tu nombre y eres mío.
Si atraviesas las aguas, yo estaré contigo;
los ríos no te anegarán.
Si pasas por el fuego, no te quemarás;
la llama no te abrasará...
... No temas, que yo estoy contigo;... "
(Isaías 43,1-2.5)

No hay comentarios:

Publicar un comentario