miércoles, 23 de febrero de 2011

¿QUIÉN ES DE LOS NUESTROS?

La rivalidad, el poder o el prestigio van empujando a la necesidad de marcar las diferencias y tenerse que preguntar uno ¿quién es de los nuestros?
Hoy recibimos una gran lección de humildad y unidad del Evangelio (Mc 9,38-40). Una respuesta contundente, que debiera hacernos sentir vergüenza, a todos  los que en algún momento, hemos podido utilizar la religión como un instrumento para marcar las diferencias.
No nos cerremos a las semillas de bondad, que se reparten por el mundo y que desde opciones muy distintas a las propias, políticas, religiosas, de vida,... son testigos de su apuesta por el hombre, su dignidad y felicidad. ¿Acaso el Evangelio de Jesús quiere algo distinto?
Acojamos, como ya nos animaba el Concilio Vaticano II hace más 40 años, esas semillas de bondad, que como las nuestras, ni más ni menos, hacen fructificar un mundo mejor para todos.
Solo una mentalidad así, nos hará crecer en diálogo y reconocimiento del otro distinto, humano y también hermano. Pidamos perdón por nuestros exclusivismos y rivalidades absurdos, que poco tienen que ver con el Evangelio, por todos aquellos gestos que nos han impedido reconocer y acoger la bondad de Dios que se nos regala en lo inesperado.
Hagamos un homenaje a tantos hombres y mujeres, que son testigos de esa bondad y que hacen posible el milagro de la vida en tantos rincones de nuestro planeta. Sencillamente, reconozcámoslo, acogámoslo y agradezcámoslo, son semillas de bondad. Gracias.

2 comentarios:

  1. Querido amigo Nacho, que razón tienes, cuantas guerras en nombre de Dios se han emprendido y no en defensa del hombre, hace poco lei una frase que venia a decir que se lucha por la defensa de una religión, pero no por practicarla.
    Acabo e visionar un enlace que tienes en tu blog el de Los Rieleros del Norte: Atu lado y es muy bonito.Recibe un gran abrazo y te iremos a ver pronto. Pepe

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  2. Gracias, como nos recuerda la 1ª Carta de juan quien dice que ama a Dios y no ama a su hermano es un mentiroso... solo hay un camino el respeto al hombre...

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