martes, 30 de agosto de 2011

¡ABRAMOS UNA BRECHA IRREPARABLE AL MAL!

El mal existe. No es ciencia ficción. Acompaña nuestra historia, nos habita, y en muchas ocasiones, aún sabiendo el bien que queremos hacer, hacemos el mal que no queremos, causando sufrimiento a quienes nos rodean.
Con Jesús, podemos recordar que el mal no tiene la última palabra. Con  sus palabras y  sus gestos se nos ofrece una alternativa al mal existente en el mundo, apostando por unas relaciones más reparadoras, que mitiguen las heridas del sufrimiento. El servicio, la disponibilidad, una austeridad solidaria, la sencillez de trato, la verdad, la denuncia de las injusticias,... forman parte de ese estilo humanizador de Jesús.
Con Jesús, podemos adentrarnos más allá de nuestra fragilidad y limitación. Si nos dejamos alcanzar por su amor, no solo es posible dignificar nuestra existencia, sino también la de quienes caminan con nosotros y sufren en silencio.
El mal existe, pero si queremos y nos dejamos, el amor puede tener la última palabra. Superemos esa hemorragia de sentido que nos lleva pensar que nada nuevo hay bajo el sol, que nada puede cambiar, o esto del reino de Dios son historias de unos "frikis".
Ofrezcamos cada día nuestra amistad de forma desinteresada, tratemos a nuestros  semejantes de tal manera, que despierten a una nueva conciencia de sí mismos, la de hermanos, logrando abrir,así, una brecha irreparable al mal. Ánimo y gracias.

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