Con los demás,
con uno mismo,
con los de cerca,
con los de lejos,
con el enemigo,
con el amigo
con Dios,... una invitación a mantener abiertas las vías de comunicación, a no cerrarnos a nadie, y no dejarnos condicionar por los prejuicios, las opiniones, las presiones, las ideologías o las creencias,... los seres humanos, en ocasiones, hacemos uso de algunas de ellas, para romper lazos, distanciar, hacer daño u ocultar nuestros miedos,... ¡somos complejos!,... que le vamos hacer...
"¡Nos lo jugamos en las relaciones!", me decía un hermano... ¿qué nos jugamos?,... ¿la felicidad?, ¿el sentido de lo que hacemos?, .... Creo que en nuestras relaciones nos jugamos la fidelidad a aquellos que nos apasiona, que nos da sentido, que nos ilusiona... Nuestros actos, nuestro estilo, nuestros gestos, nuestra manera de acercarnos y a quien decidimos acercarnos, hablan a gritos de esas opciones que residen en nuestro interior, del cual no nos conviene perder el con-tacto.
Con-tacto, los chavales en el día a día me siguen enseñando muchas cosas,... Las apariencias no lo son todo..., todos tenemos miedos con los que caminamos..., y el tacto, la delicadeza, ese respeto casi sagrado (¡y sin casi!) con quienes más nos necesitan ... nos pueden ayudar a mantener los canales abiertos y no cerrarnos a nadie.
Estimulemos la creatividad y el atrevimiento de acercarnos, mirarnos, reconocernos, valorarnos, .... como ese camino cotidiano que nos enseña a querer a quienes tenemos al lado, como son, sin más, con ese tacto( y no otro), que un tal Jesús mostró con los más pequeños y olvidados de su tiempo. Ánimo y gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario