domingo, 11 de marzo de 2012

RECUPERANDO LO HUMANO...

Como el auténtico lugar de encuentro con Dios. Recuperar lo humano como lo único sagrado, desde donde Dios nos habla cada día de forma definitiva... ¿A caso hay otro templo?
Es inexcusable, pues Dios quiere que el hombre viva, ¡y viva en abundancia, en plenitud! Tarea, responsabilidad, compromiso, misión,... Cada uno sabrá  cual.... pero lo humano es punto de encuentro y punto final. Si no puedo decirte a la cara "hermano", ¡ cállate!, por favor, y date tiempo hasta que aprendas a pronunciarlo...
Esto implica recuperar otras liturgias, quizás menos vistosas... pero igual, solo igual, más de Dios.
La liturgia del servicio, que nos exige ojos bien abiertos y mirada limpia, para ser capaces de reconocer lo que el otro necesita, y no imponer las mías.
La liturgia de curar heridas, que estimula la ternura y la sensibilidad por lo frágil, lo imperfecto, porque son cosas de Dios.
La liturgia del respeto, que no pretende hacer a las personas a nuestra medida, sino que nos impulsa a acoger a cada uno como es, desde donde estén, con sus opciones vitales, con sus aciertos y sus errores... es la única manera en la que Dios sabe acompañar al hombre.
Éstas, entre otras, son liturgias que nos pueden ayudar a recuperar lo humano, que es donde mejor nos entendemos con Dios. Pasad buena semana. Termino con la ayuda de León Felipe:
"... Luego,
vino un hombre que dijo:
el que tenga una doctrina,
que se la coma
antes que se la coma el templo;
que la vierta
que la disuelva en su sangre
que la haga carne de su cuerpo...
... y que su cuerpo sea
bolsillo, arca y templo."
León Felipe
(Antología Rota)

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