miércoles, 18 de abril de 2012

SALIR DE LAS TINIEBLAS...

En ocasiones nos podemos sorprender envueltos  en esas tinieblas que nos enredan en nuestros propios prejuicios, valoraciones injustas y gestos, que no hacen más que endurecer nuestro corazón y distanciarnos de nuestros semejantes...
Con la ayuda de Nicodemo nos recordamos que no hay seguimiento verdadero a Jesús, el resucitado, sin hacer visible su humanidad. Solo quien apuesta radicalmente por el hombre, quien  es capaz de salvar a cada persona, más allá de sus creencias, de sus opiniones o sensibilidades, ... puede convertirse en luz, en medio de tanta oscuridad existente.
Vivir en la luz, implica una búsqueda de la verdad, que solo se puede alcanzar desde una apuesta  honesta en la vida cotidiana por la transparencia. No es posible si no se renuncia a esa tentación de poder y manipulación, que nos impulsa a querer tener razón o que los demás hagan siempre lo que yo digo.
Vivir en la luz y en la verdad se convierte en una aspiración legítima que puede alentar nuestra esperanza en medio de nuestras pequeñas tinieblas, que en ocasiones nos desbordan y no sabemos gestionar, pudiendo ser causa del distanciamiento, de nuestras durezas y de las heridas que las acompañan, y  no siempre buscábamos.
La humanidad de Jesús, su estilo acogedor, gratuito, paciente, misericordioso, servicial, desinteresado,... se convierte en esa Luz capaz de ofrecer claridad y calor a tantos hermanos nuestros necesitados de ese gesto y palabra oportuna. ¿Acaso hay otra forma de vivir nuestra opción por este tal Jesús de Nazaret?, ¿acaso hay otra forma de vivir mi ser hermano mensiano?,¿acaso no es suficiente este lenguaje, que nos puede unir a tantos hombres y mujeres de buena voluntad, que sin saberlo son también esa luz cargada de transparencia y bondad? Qué el amor del Resucitado despierte nuestra humanidad, ¡Feliz Pascua!

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