COLOREANDO LA VIDA...

Un regalazo, una oportunidad poder compartir con los jóvenes de 1º de bachillerato esa experiencia de mirarse hacia dentro, de desvelarse y sorprenderse de toda esa belleza interior que descubren... Sobrecoge, en ocasiones, esa delicadeza y perspicacia que rebosan en esos ojos chispeantes y sorprendidos de ver a un adulto por los suelos, ¡y en calcetines!, ..."Mónica este está loco ..." Sí... por cada uno de vosotros/as, sois únicos/as, y a este Dios de la vida que nunca nos deja solos y quiere que nos levantemos una y otra vez ... le doy gracias por cada uno/a.

Me voy de Portugalete con muchos regalos, sonrisas, mosqueos, gestos, miradas, cariño, ... pero quiero compartir con vosotros un dibujo... ¡Gracias Joseba!, por hacerlo, por compartirlo, y recordarme de nuevo la noble y difícil tarea de colorear la vida. Gracias por mostrar que es posible no dejarse llevar por todo aquello que nos puede ensombrecer la vida. Y gracias, Joseba, por buscar nuevas tonalidades y creer, a pesar de las cicatrices, que hay motivos para seguir adelante, para creer que más en la improbabilidad que en la imposibilidad, y así, mantener viva la esperanza.

Colorear la vida es una decisión, una opción nada fácil, nada ingenua. Es necesario querer la propia fragilidad, y aprender a dejarse querer por quienes comparten con nosotros ese camino cotidiano de la vida. Toda una experiencia de confiar y sacar todo lo bueno que reside en nuestro interior. ¡Feliz Pascua!