lunes, 11 de junio de 2012

HAY OTRAS PROCESIONES...

...Que van por dentro, con menos boato, sin tanto adorno, mucho más discretas, ¡cómo le gustan a Jesús! Van por dentro de cada persona, cambiando corazones, miradas, e inspirando gestos inesperados, un perdón atrevido, un abrazo necesario... ¡quien sabe!
Hacer memoria de Jesús de Nazaret, de su cuerpo y sangre, es hacer realidad su proyecto, que sigue en marcha. Y además, hacerlo a su estilo, con esa sencillez de lo pequeño, de la levadura en la masa, de la fiesta por la moneda perdida, de hacerse invitar en casa ajena,...
Hacer memoria de Jesús de Nazaret, de su cuerpo y sangre, es recordarnos que todo lo que merece la pena, tiene su punto de entrega, dando sentido a esos esfuerzos en la pequeñas cosas en favor siempre de los que no cuentan, de los que no entran en listas,... Por eso Él andaba con esas compañías, comía en esas mesas, y recorría esos caminos,... 
Éstas son otras procesiones, sin alfombra de flores, hechas por auténticos ángeles anónimos y que van por dentro, van logrando calladamente, despertar conciencias, entrelazar a hombres y mujeres, y despertar en cada ser humano esa verdad oculta de sabernos dichosos, secretamente dichosos, ...Por duro que sea el día, por profunda que sea la herida, por grave que sea la enfermedad,... ellos consiguen partirse y compartirse cada día, al estilo de Jesús, recordarnos que Dios siempre está de nuestra parte, la más débil. Personalmente, prefiero éstas otras procesiones. ¡Feliz día!

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