Tener Alguien en quien creer,
que nos abra horizontes,
que despierte deseos,
que inspire gestos,
que nos proponga proyectos...
Tener Alguien en quien creer,
que nos empuje en los cansancios,
que nos sosiegue en los miedos,
que nos haga las preguntas oportunas,
que cure nuestras heridas
y nos levante cuando caemos.
Ese Alguien,
que mire con condescendencia nuestras fragilidad,
que ame, cuando nosotros apenas podamos...
Cuando así es,
Nos sentimos
libres de prejuicios empequeñecedores,
queridos en la fragilidad cotidiana,
acompañados en la vida de cada día...
Y nos descubrimos capaces
de tender puentes, antes inimaginables,
de acerca distancias, reduciendo trincheras,
de perder el tiempo por quienes merecen la pena,
de bailar la vida, y así, alegrar a quien más lo necesita.
¿Acaso no es magnífico tener Alguien en quien creer? Gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario