Los que saben estar cerca y mantienen los lazos de lejos.
Los que aprenden a quererme como soy,
sabiendo empezar de cero,
sin rendirse ante mi tozudez.
Amigos.
los que logran sacar lo mejor de mi,
y me hacen mejor persona,
devolviéndome esa mirada generosa y plena,
el mejor espejo del alma.
Amigos.
Los que gastan su tiempo,
acompañan aventuras y proyectos,
los que entregan algo de si y
arriesgan por mí.
Los que perdonan,
pues saben de su fragilidad.
Que no aprisionan, sino abrazan.
Que no tiran la toalla, sino permanecen.
Amigos.
Que se dan a conocer sin ocultamiento,
ni medias verdades,
entrelazando mil gestos y miradas,
que nos recuerda que somos amados.
Amigos así, ¡Tú, Jesús!
A los demás nos queda aprender,
y dejarnos guiar...
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