lunes, 29 de julio de 2013

DEJARSE AMAR...

Es ese acto de honestidad último, donde después de haberlo intentado todo, ya solo nos queda mostrarnos como somos... Rarezas, inconsistencias, viejas heridas sin curar y todo tipo de achataduras...

Dejarse amar...

Es como confiar en ese Amor primero que sale a nuestro encuentro, abrazando nuestra mediocridad, dignificando nuestras heridas, descubriendo la bondad que se esconde en todas ellas.

Dejarse amar...

Requiere ese proceso de quitarnos la armadura,
     de nuestros éxitos y viejas glorias,
     de nuestras seguridades y miedos, ¡todos irracionales!
     de nuestras frases hechas ya descoloridas...
Esa armadura, que por muy brillante que sea, esconde quienes somos realmente, que deseamos y nos apasiona. Una armadura que nos dificulta muy seriamente hacernos cargo de nuestras vidas y compartirlas con nuestros compañeros de camino.

Dejarse amar...

Todo un acto de desnudez ante ti y de humildad ante mi y mis hermanos los hombres, pero que nos abre la puerta del encuentro, con uno mismo, con los demás y con Dios.

2 comentarios:

  1. Hola Natxo. Me encanta esta entrada. Aquí ando yo en un curso vital de "dejarse amar", en el inicio de este proyecto nuevo en mi vida, proyecto compartido, proyecto de dos que quieren que sea dos al cuadrado, al cubo, al infinito, con entrada para la humanidad entera.
    En Irún tienes tu casa cuando quieras ¿te animarás? Besos

    ResponderEliminar
  2. ¡Cómo no!, una red de lazos y amistad que no perderemos por nada, jajaja.. Dura lección esto de dejarse amar... nos queda tanto por aprender... Un abrazo

    ResponderEliminar